El gobernador Greg Abbott ordenó el viernes cerrar los bares y reducir la capacidad de los restaurantes a solo 50% de su operación normal.
Esta medida significa un retroceso en la reapertura de las actividades económicas en Texas luego del repunte en el contagio de covid-19 en el estado y el aumento en las hospitalizaciones.
A partir de este viernes a las 12 p.m., todos los bares y negocios similares que reciban ingresos hasta del 51% por la venta de bebidas alcohólicas deberán cerrar al público y deberán vender solo órdenes para llevar.
Los restaurantes podrán permanecer abiertos pero solo a una capacidad que no exceda el 50%. Esta medida entrará en vigor a partir del lunes 29 de junio.
También prohibió la actividad de paseos por ríos (river-rafting), una práctica muy popular entre los texanos durante el verano.
El gobernador indicó que las reuniones de más de 100 personas deberán ser evaluadas y aprobadas por cada uno de los gobiernos locales.
El gobernador también delegó más autoridad a los funcionarios locales para que puedan controlar reuniones masivas de personas, uno de los focos de infección de covid-19 más peligrosos.
“Como dije desde el inicio, si la tasa de casos positivos subía por arriba del 10%, el estado de Texas tomaría más acciones para mitigar la propagación de covid-19″, expuso Abbott en un su orden.
Abbott dijo que estas instrucciones son “medidas enfocadas”.
Dijo que los especialistas médicos le informaron que la mayoría de los nuevos contagios han ocurrido en el tipo de negocios que determinó cerrar el viernes.
En las últimos días, el contagio de covid-19 se ha multiplicado en algunas zonas de Texas, sobre todo en las zonas metropolitanas de Houston y Dallas, donde los casos se han duplicado en las últimas dos semanas.
Agencias
