Gollum regresa en una precuela que nadie pidió pero todos verán

En un acto de desesperación creativa que solo rivaliza con la avaricia de Sauron, Warner Bros. y New Line Cinema han anunciado The Lord of the Rings: The Hunt for Gollum, una película que promete responder preguntas que nadie había formulado, como: “¿Qué hacía exactamente esa criatura viscosa entre la fiesta de Bilbo y su encuentro con los hobbits?”.

El proyecto, originalmente programado para 2026, fue pospuesto un año, probablemente para darle tiempo a los ejecutivos de calcular cuántos ceros pueden agregar al presupuesto. Andy Serkis, quien ha dedicado más tiempo a arrastrarse y balbucear que a su carrera como director, volverá a interpretar al personaje que lo hizo famoso y, de paso, intentará demostrar que puede manejar una cámara tan bien como imita a un adicto al anillo.

El equipo creativo original, liderado por Peter Jackson y sus fieles colaboradores, ha sido convocado como si se tratara del Concilio de Elrond. “Es una historia bastante intensa”, declaró Philippa Boyens, en lo que podría ser el eufemismo del año, considerando que la trama gira en torno a un ser que discute consigo mismo mientras come peces crudos.

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Mientras tanto, actores como Ian McKellen y Viggo Mortensen han manifestado “interés” en participar, lo que en lenguaje hollywoodense significa “si el cheque es lo suficientemente gordo, hasta llevaré el disfraz de Gandalf a la premiere”.

La película llegará a los cines en diciembre de 2027, siguiendo la tradición de estrenar films de la saga en fechas navideñas, porque nada dice “felices fiestas” como recordarle al público que el consumismo es tan corruptor como el Anillo Único.

Con una franquicia que ha recaudado casi 6 mil millones de dólares, es evidente que el verdadero “precioso” aquí no es el anillo, sino la billetera de los fans. Y después de todo, ¿qué es otra película de Tolkien sino un recordatorio de que, en Hollywood, el oro siempre vuelve a brillar?

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