Hallan cuerpo encobijado en autopista con historial de asaltos recientes

Foto: Agencia Reforma.

MONTERREY, NL.— En mis años cubriendo sucesos, pocas imágenes impactan tanto como un hallazgo en plena vía pública. Esta mañana, alrededor de las 9:00 horas, el cuerpo de una víctima, envuelto precariamente en una cobija, fue localizado en el kilómetro 94 de la Autopista a Saltillo, específicamente en el Municipio de Santa Catarina. El lugar, una canaleta de desagüe en la lateral norte, es un punto crítico que he visto mencionado antes en reportes de inseguridad.

La escena, custodiada por la Policía Municipal y la Fiscalía General, fue procesada por peritos del Instituto de Criminalística. Como suele ocurrir en estos casos, los detalles escasean inicialmente, pero la ubicación no es casual. Justo este tramo —previo a la caseta de peaje— ha sido señalado en los últimos días por al menos tres asaltos con arma de fuego, según testimonios recopilados por EL NORTE. Los afectados coinciden: los ataques ocurrieron siete kilómetros antes de la caseta.

En conferencia matutina, el Secretario de Seguridad Gerardo Escamilla confirmó el patrón delictivo. “Tenemos identificados a los presuntos responsables”, declaró, anunciando un operativo conjunto con la Guardia Nacional. Sin embargo, quienes conocemos la dinámica de esta carretera sabemos que reforzar la vigilancia es solo el primer paso. La autopista, con sus tramos solitarios y rápida conectividad, sigue siendo un imán para la delincuencia organizada. Hoy, una cobija ocultaba más que un cuerpo: evidenciaba la urgencia de estrategias integrales.

La lección es clara: cuando los reportes de violencia se acumulan, la respuesta no puede limitarse a reaccionar. Este hallazgo macabro debería ser un llamado a anticiparse. La seguridad vial no es solo pavimento y señales; es prevenir que las canaletas se conviertan en tumbas improvisadas.