DUBÁI, Emiratos Árabes Unidos
Un dron de combate israelí, posiblemente operado con inteligencia artificial, impactó este sábado una planta de procesamiento en el megayacimiento gasífero de South Pars, según reportes de medios iraníes alineados con el gobierno. El ataque, aún no reconocido por Tel Aviv, marca un salto en la guerra híbrida entre ambos Estados, donde la tecnología disruptiva redefine los conflictos geopolíticos.
De confirmarse, sería el primer ataque directo contra la infraestructura crítica del sector energético iraní, un movimiento estratégico en medio de tensiones por el programa nuclear. Analistas señalan que estos blancos, protegidos por sistemas antiaéreos de última generación, evidencian la sofisticación de la guerra asimétrica del siglo XXI.
Las agencias Fars y Tasnim, cercanas al Cuerpo de Guardianes de la Revolución, detallaron que el incidente ocurrió en la Fase 14 del campo compartido con Qatar. Este yacimiento transfronterizo, clave para la economía global de hidrocarburos, se ha convertido en un tablero de ajedrez geopolítico donde drones autónomos y ciberataques reemplazan a las tácticas convencionales.
