La reducción de jornada laboral desafía el modelo tradicional de trabajo

Foto: Agencia Reforma.

¿Y si la reducción de jornada no fuera solo un beneficio laboral, sino la semilla de una revolución productiva? La propuesta de disminuir la semana laboral de 48 a 40 horas afectaría a 9.7 millones de mexicanos, según datos del primer trimestre de 2025 de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE). Pero más allá de las cifras, este cambio podría redefinir nuestra relación con el trabajo.

El grueso de quienes superan las 48 horas semanales son trabajadores industriales: operadores de maquinaria, transportistas, comerciantes y empleados de servicios personales. Sorprendentemente, quienes más horas acumulan (más de 56 semanales) son artesanos, ayudantes y supervisores de actividades de transformación. ¿No es paradójico que los creadores y mantenedores de infraestructura sean los más sobrecargados?

La discusión entre gobierno, empresas y sindicatos gira en torno a dos ejes disruptivos: ¿Debe aplicarse esta medida de forma generalizada o sectorial? Y más importante aún: ¿Podría esta reforma catalizar una reinvención de los modelos operativos? Antonio Ricote de InfoBlock propone mirar más allá: “Esto obliga a las empresas a redescubrir eficiencias ocultas. La clave está en la gradualidad inteligente”.

El experto revela un dato revelador: “El promedio real oscila entre 57-60 horas. Reducir abruptamente a 40 sería traumático”. La solución yace en aprender de experiencias internacionales como Chile, donde la transición paulatina demostró ser exitosa. Pero hay oportunidades más audaces: el sector retail ya explora modelos híbridos que incorporan a amas de casa mediante horarios flexibles, creando así una nueva fuerza laboral adaptativa.

Este no es solo un debate sobre horas, sino sobre la reinvención del trabajo mismo. ¿Qué pasaría si en lugar de simplemente reducir jornadas, rediseñáramos completamente los flujos laborales? La respuesta podría estar en combinar tecnología, flexibilidad y una redistribución inteligente de talento. El futuro del trabajo no se trata de trabajar menos, sino de trabajar mejor.