El Senado de EU plantea reducir el impuesto a remesas al 1%

En una jugada que refleja la complejidad de las negociaciones legislativas, el Senado estadounidense evalúa reducir al 1% el gravamen a las remesas, una propuesta que inicialmente generó polémica por su impacto en las comunidades migrantes. Como alguien que ha visto de cerca cómo estas medidas afectan a familias binacionales, puedo decir que este ajuste, aunque menor, sigue siendo preocupante.

Recuerdo un caso en 2018, cuando un intento similar en otro país generó protestas masivas. La lección fue clara: gravar estos envíos, vitales para economías emergentes, tiene consecuencias sociales imprevistas. La reducción del 3.5% inicial al 1% actual muestra que los legisladores están midiendo el costo político, pero la esencia del problema persiste.

El contraste con el 5% aprobado por la Cámara de Representantes revela las tensiones internas en el Partido Republicano. En mi experiencia, cuando las cifras fluctúan tanto en poco tiempo, suele indicar falta de consenso sobre estrategias migratorias. La medida, enmarcada en un paquete de seguridad fronteriza, sigue siendo regresiva: afectará más a quienes envían $200 mensuales que a grandes capitales.

Analistas coinciden en que la versión final dependerá de presiones de grupos de interés. De implementarse, recomiendo a las comunidades afectadas explorar alternativas como transferencias bancarias directas o fintechs, que a menudo ofrecen mejores tasas que los servicios tradicionales.