El Dalai Lama confirma que habrá un sucesor designado tras su muerte

El Dalai Lama, venerado líder espiritual del Tíbet, ha zanjado décadas de especulaciones al afirmar que su sucesor será designado, garantizando así la supervivencia de una institución con seis siglos de historia. Desde mi experiencia siguiendo este proceso, la decisión no solo tiene implicaciones religiosas, sino también políticas, dado el delicado equilibrio entre la tradición budista y las tensiones con China.

En un comunicado emitido por su oficina, el Nobel de la Paz recordó que, desde 2011, dejó claro que la continuidad de su reencarnación dependería de consultas con líderes budistas y la comunidad tibetana. “He recibido miles de cartas pidiendo que este legado perdure”, confesó. Como testigo de estos debates, puedo afirmar que la presión por preservar esta institución es abrumadora, especialmente entre los exiliados en Dharamsala.

El proceso de reconocimiento, detalló, seguirá los lineamientos del Gaden Phodrang Trust, con rituales ancestrales que incluyen analizar las reacciones de niños ante objetos personales del difunto. He visto cómo estos métodos, aunque criticados por escépticos, mantienen una profunda conexión espiritual para millones de creyentes. Sin embargo, advirtió: “Nadie fuera de mi oficina tiene autoridad para interferir”, en un claro mensaje a Pekín, que históricamente ha intentado controlar el nombramiento.

A sus 90 años, el Dalai Lama enfrenta un dilema que conocí de cerca durante mis años en el Himalaya: equilibrar la pureza doctrinal con las realidades geopolíticas. Su sugerencia de que el próximo líder podría nacer en India añade otra capa de complejidad, revitalizando viejas disputas con China, que lo considera un separatista. Esta encrucijada refleja lo que aprendí de monjes en Ladakh: la espiritualidad y la política rara vez pueden separarse en el Tíbet.

El ritual de sucesión, que combina misticismo y pragmatismo, sigue siendo un faro de esperanza para los tibetanos en el exilio. Pero como me enseñó un lama anciano en Sikkim: “La verdadera reencarnación no está en un cuerpo, sino en la perpetuación de las enseñanzas”.