Chiapas lidera embarazos infantiles en México por violencia sexual

CIUDAD DE MÉXICO. — Detrás de las cifras oficiales se esconde una realidad escalofriante: Chiapas ocupa el primer lugar nacional en embarazos infantiles, con 92 casos por cada 100 mil habitantes. ¿Cómo es posible que miles de niñas, algunas de apenas 9 años, terminen convirtiéndose en madres? La respuesta, según documentos y testimonios recabados, apunta a una combinación de violencia sexual sistémica, impunidad y fallas en las políticas públicas.

Los datos de la Secretaría de Salud estatal no mienten: en 2024, 5,112 niñas de 16 años o menos dieron a luz en hospitales públicos. Pero, ¿quiénes son los responsables? El fiscal general Jorge Luis Llaven Abarca admite que existe una cifra negra: “Los agresores suelen ser familiares cercanos —padres, hermanos, primos—, y la mayoría de los casos jamás se denuncian”.

La investigación revela patrones inquietantes. En Juárez, 674 niñas parieron; en Ocosingo y Las Margaritas, 264 y 22 respectivamente. No se trata solo de comunidades indígenas: la violencia atraviesa fronteras culturales. David Meléndez Navarro, del Comité Promotor por una Maternidad Segura, lo resume con crudeza: “Cuando una niña de 9 años es madre, es que todo el sistema de protección falló”.

Un caso emblemático lo confirma: en 2023, una menor de Alcalá dio a luz tras ser violada por su padrastro de 33 años. Nadie fue detenido. ¿Por qué los médicos no activaron los protocolos? ¿Dónde estaba la justicia? Juan Martín Pérez, de Tejiendo Redes Infancia, señala otra raíz del problema: las uniones tempranas, prácticas normalizadas en algunas comunidades.

Mientras las autoridades prometen acciones como el Decálogo Humanista o una nueva fiscalía especializada, las niñas siguen esperando respuestas. La colaboración con UNICEF podría ser un paso, pero ¿bastará para cambiar una realidad que parece diseñada para silenciarlas?