En el diamante, algunas victorias son más que un simple número en el marcador; son declaraciones de intenciones. Esta noche, el equipo de Amigas de Leo y Uba, las actuales campeonas, ofrecieron una de esas lecciones magistrales. Con una ofensiva implacable que descargó dos rallys de cinco carreras cada uno, sacudieron por completo la serpentina de Reynosa Cubs Master para sellar una victoria contundente de 17-7 en la Liga Campeones de Softbol.
He visto muchos equipos con ambición, pero lo que distingue a un verdadero candidato al título es la capacidad de imponer su juego desde el primer inning. Con este triunfo, Amigas de Leo y Uba no solo sumaron una victoria más, sino que dejaron una clara evidencia de que su mirada está fija en el bicampeonato. En mi experiencia, mantener una posición privilegiada en la clasificación exige esta clase de actuaciones dominantes, donde el resultado no deja lugar a dudas.
Sin embargo, cualquier jugador con canas sabe que una ofensiva explosiva necesita el apoyo de una defensa sólida. La labor en el montículo de la pitcher Nancy Castro fue un ejemplo de libro. Ella controló con maestría los bates enemigos durante la mayor parte del encuentro, proporcionando la estabilidad necesaria para que sus compañeras pudieran desatar su poder ofensivo sin la presión de ir por detrás en el marcador. Esa sinergia entre lanzamiento y bateo es, a menudo, el ingrediente secreto del éxito.
La ofensiva, por su parte, fue una exhibición de precisión y poder. Jugadoras como Yamileth Álvarez y América Ledezma, conectando de 3-3, o Elizabeth Hernández con un imponente doble, no solo llenaron las bases, sino que demostraron una concentración y una efectividad que se forja en los entrenamientos. Alicia del Ángel completó el cuadro con un par de imparables, recordándonos que en softbol, cada out es una oportunidad y cada jugadora en la alineación es una amenaza latente. Una lección que los equipos rivales harían bien en recordar.