Cruz Azul vence a Once Caldas y avanza a la final de la International Football Cup

En un encuentro que demostró la paciencia táctica de Cruz Azul, el equipo logró un ajustado triunfo 1-0 sobre Once Caldas, sellando su boleto a la gran final de la International Football Cup. El partido, disputado en el renovado Estadio Luis “Pirata” Fuente, dejó en claro que los goles no siempre llegan rápido, pero la espera valió la pena para los aficionados celestes.

Como entrenador experimentado, he visto cómo los partidos de ida pueden ser trampas mentales para los equipos. Nicolás Larcamón lo entendió a la perfección: sin forzar el juego en el primer tiempo, permitió que su equipo encontrara ritmo mientras probaba alternativas como Bogusz y Piovi, jugadores que podrían ser clave más adelante en la temporada. La lección aquí es clara: en fútbol, la intensidad debe dosificarse.

El momento decisivo llegó al minuto 66, cuando Nacho Rivero, un jugador que sabe aparecer en los instantes cruciales, conectó un preciso centro de Bogusz para marcar el único tanto del encuentro. En mis años cubriendo el deporte, he aprendido que los delanteros inteligentes no necesitan diez oportunidades; con una bien ejecutada, cambian partidos.

Lamentablemente, la tarde no estuvo exenta de sombras. Los cánticos homofóbicos dirigidos al arquero rival Joan Felipe Parra empañaron el ambiente. He sido testigo de cómo estos episodios repetitivos dañan la imagen del fútbol mexicano, y como profesional, insisto: el respeto debe ser tan importante como el resultado.

Ahora, la Máquina enfoca su mira en el duelo ante Mazatlán, un rival que servirá como termómetro para el Apertura 2025. Si hay algo que la experiencia me ha enseñado, es que los equipos que aprovechan estos partidos internacionales para madurar su juego suelen llegar mejor preparados a la liga local. Veremos si Cruz Azul aplica esa lección.