Infantino condena amenazas contra árbitra mientras el fútbol sigue en terapia intensiva

En un giro inesperado que nadie vio venir (nadie), el sumo pontífice del fútbol mundial, Gianni Infantino, ha alzado su voz contra las amenazas recibidas por la árbitra Katia Itzel García. ¿El motivo? Haber cometido el imperdonable pecado de pitar un partido como si tuviera los mismos derechos que sus colegas masculinos.

Desde su trono de cristal en Zúrich, el mandamás de la FIFA publicó un comunicado tan conmovedor como oportuno (justo cuando la prensa empezaba a preguntar qué hacía su organismo al respecto): Nos consterna profundamente que alguien haya notado que tenemos árbitras mujeres, declaró en esencia el líder del deporte más igualitario del mundo, donde los sueldos y oportunidades se distribuyen con justicia celestial.

“Sin árbitros no hay fútbol”, proclamó Infantino, omitiendo mencionar que con VAR tampoco, pero eso es otra historia. El suizo añadió: “En la FIFA nos solidarizamos con todos los árbitros… cuando se vuelve viral el escándalo”.

Las amenazas de muerte contra García, provenientes de “expertos” en táctica futbolística que nunca han salido del sofá, han sacado a relucir el lado más humano del fútbol: ese que aparece en campañas de marketing y desaparece cuando hay que pagar igual a las selecciones femeninas.

Mientras tanto, la Federación Mexicana y el Monterrey se apresuraron a mostrar su apoyo, demostrando que en el mundo del balón, la misoginia es solo un problema… hasta que alguien la graba con el teléfono.

Queda la pregunta del millón: ¿Condenará también la FIFA los insultos que reciben los árbitros cada fin de semana, o solo aquellos que generan likes en redes sociales? El tiempo (y el próximo escándalo) lo dirá.