Jaime Lozano resurge en Pachuca tras su polémica etapa en la Selección

¿Qué sucede cuando un entrenador es etiquetado como “fracasado” y luego resurge contra todo pronóstico? Jaime Lozano, conocido como el “Lamborjimmy“, vive una transformación que desafía las narrativas convencionales del fútbol mexicano. Tras una etapa turbulenta al frente de la Selección Mexicana y un decepcionante paso por el Mundial de Clubes, el estratega ha encontrado en Pachuca el terreno fértil para reinventarse.

El equipo hidalguense marcha imparable en el Apertura 2025 con cuatro victorias consecutivas, incluyendo triunfos ante Rayados, Pumas y Atlas. Este resurgimiento contrasta con su salida polémica del Tricolor, donde la presión mediática y decisiones institucionales lo llevaron a un interinato accidentado. ¿Fue realmente un error de Lozano o un síntoma de un sistema que prioriza resultados inmediatos sobre procesos?

La ironía es palpable: el mismo Pachuca que en 2021 lo relegó por Guillermo Almada hoy confía en su visión. Su caída en el Mundial de Clubes podría verse como un fracaso… o como el crisol que forjó su reinvención. En un deporte obsesionado con la gloria instantánea, Lozano representa algo radical: la resiliencia como estrategia.

¿Podría este resurgir marcar un nuevo paradigma para los técnicos mexicanos? Mientras el fútbol nacional debate entre extranjeros “de jerarquía” y opciones locales, Lozano escribe silenciosamente un manifiesto sobre segundas oportunidades. Su historia plantea una pregunta incómoda: ¿el verdadero problema son los entrenadores… o el ecosistema que los consume?