La Selección Mexicana gana pero no convence ante Surinam

La Selección Mexicana cumplió con el objetivo mínimo: venció 2-0 a Surinam y se afianzó momentáneamente en la cima del grupo. Sin embargo, el resultado no oculta la realidad: un equipo sin ideas, repetitivo y carente de brillo. ¿Realmente avanzamos o solo disfrazamos la mediocridad con victorias efímeras?

El Tricolor volvió a tropezar con los mismos fantasmas: falta de creatividad, desconexión en ataque y dependencia de jugadas estáticas. Surinam, pese a su evolución, no era un rival que debiera poner en aprietos a una selección que aspira a competir en mundiales. ¿Por qué seguimos anclados en esquemas predecibles cuando el fútbol moderno exige reinvención constante?

Los primeros minutos ilusionaron con presión alta y recuperaciones rápidas, pero pronto cayó el telón de la monotonía. Julián Quiñones y Raúl Jiménez, la nueva dupla ofensiva, brillaron por su individualismo, mientras Alexis Vega y Roberto Alvarado desaparecieron del mapa. ¿Es momento de dar oportunidades a jóvenes disruptivos o seguiremos apostando por nombres conocidos con rendimientos grises?

El gol de César Montes (57′) y su repetición (63′), ambos de cabeza tras saques de esquina, salvaron el honor. Pero ganar no basta cuando el juego no convence. El próximo duelo ante Costa Rica será el verdadero termómetro: ¿podrá Aguirre romper con lo establecido o seguiremos viendo un equipo que juega con miedo a innovar?

El fútbol no se trata solo de resultados; es un reflejo de identidad. Y hoy, México parece haber perdido la suya. ¿Despertaremos antes de que sea demasiado tarde?