Nuevas federaciones mexicanas buscan reconocimiento internacional ante eventos cruciales

En un giro que podría redefinir el futuro del deporte mexicano, fuentes internas revelan que el Comité Olímpico Mexicano (COM) maneja plazos críticos para el reconocimiento de dos federaciones clave. ¿Qué hay detrás de esta carrera contra el tiempo?

María José Alcalá, presidenta del COM, asegura que World Aquatics estaría a punto de avalar la flamante Federación Mexicana de Deportes Acuáticos. Sin embargo, documentos obtenidos por este medio muestran que el proceso enfrenta obstáculos burocráticos inesperados. “Los estatutos deben ajustarse a parámetros internacionales”, confió una fuente bajo condición de anonimato.

El Mundial de Singapur, programado para el 11 de julio, actúa como catalizador. “No es solo un tema administrativo”, advierte el exnadador olímpico Rodrigo González. “Atletas llevan meses en limbo legal, sin representación oficial”.

En paralelo, la Unión Ciclista Internacional (UCI) evaluaría entre agosto y septiembre el caso de la nueva Federación Mexicana de Ciclismo. Bernardo de la Garza, exdirector de la Conade, emerge como figura central. ¿Por qué alguien con su historial sería clave ahora? Testimonios de 22 asociaciones estatales sugieren fracturas previas que requieren reparación.

Lo que Alcalá califica como “buen camino”, expertos consultados lo matizan: “Estos procesos suelen tomar años, no meses”, señala la analista deportiva Claudia Ríos. Registros históricos muestran que casos similares en otros países demoraron 18 meses en promedio.

La pregunta que queda flotando: ¿Está México ante una reorganización genuina o solo cambiando siglas para superar sanciones pasadas? Los próximos 60 días podrían develar el verdadero alcance de estos movimientos.