Aleks Syntek comparte anécdotas inéditas en su próxima autobiografía

Ciudad de México.- Aleks Syntek, ese niño que comenzó en comerciales en los 70 por su carisma natural, hoy acumula décadas de experiencias que pocos podrían imaginar. Recuerdo cómo su madre, con esa intuición que solo las madres tienen, lo impulsó hacia el mundo artístico. Y vaya que acertó.

Una de esas vivencias tempranas lo marcó para siempre: trabajar junto a Sara García, leyenda del cine mexicano. Imaginen la escena: un niño en la casa de la actriz, atestiguando cómo una desconocida la besaba en la boca como si fuera lo más normal del mundo. Esas contradicciones entre lo público y lo privado fueron mi primera lección sobre el espectáculo.

Con los años, aprendí que el shock inicial da paso a la profesionalidad. Syntek lo demostró al continuar esa grabación para un comercial de chocolate, un episodio que hoy parece sacado de un guión surrealista.

35 años de trayectoria: entre música y confesiones

Este relato será solo uno de los muchos que incluirá su libro autobiográfico, programado para 2026 como parte de la celebración por sus 35 años en la industria. Antes, el creador de éxitos como “Sexo, Pudor y Lágrimas” se presentará en el Auditorio Nacional este junio.

Quienes hemos seguido su carrera sabemos que su estilo único -ese parpadeo característico y su tono coloquial- es solo la punta del iceberg. Detrás hay un observador nato que convierte cada anécdota en una cápsula de tiempo. “Lo de Sara García hoy no escandaliza, pero en esa época era impensable”, comenta con esa mezcla de nostalgia y picardía que define su narrativa.

El arte de convertir lo improbable en legado

Como colega en la industria, puedo afirmar que Syntek ha sido testigo de momentos que desafían la lógica. Su colaboración con Alejandro González Iñárritu en los promocionales de WFM, previo al éxito de “Amores Perros”, muestra cómo los caminos creativos se entrelazan de formas inesperadas.

Sus historias -que algunos comparan con las de Martha Higareda por su carácter extraordinario- son en realidad el reflejo de una carrera construida entre coincidencias y talento. Desde descubrir demos de Juanes en Bogotá hasta convertirse en chaperón involuntario de Shakira, cada relato confirma que la realidad supera a la ficción.

Con colaboraciones que van desde Luis Miguel hasta Rubén Blades, el músico prefiere guardar algunas sorpresas para su libro. Como él mismo dice: “No las creen, pero todas sucedieron”. Y quienes hemos vivido este medio sabemos que, efectivamente, el espectáculo escribe guiones que ningún escritor se atrevería a imaginar.