Billy Idol revela cómo casi muere por heroína en pleno éxito

¿Qué se esconde detrás del mito del punk que desafió a la muerte? A sus 69 años, Billy Idol desentierra los fantasmas de su pasado en un impactante documental que expone cómo la heroína casi acaba con su vida en el pináculo de su carrera. “Billy Idol Should Be Dead” no es solo un título provocador: es un testimonio crudo de cómo el éxito y la autodestrucción bailaron peligrosamente al ritmo de “Rebel Yell”.

El filme, estrenado en el Festival de Cine de Tribeca, revela detalles inéditos de aquella noche de 1984 en Londres, cuando el cantante consumió heroína persa tras un concierto. ¿Fue un acto de rebeldía o el síntoma de una industria que devora a sus ídolos? Idol confiesa con voz quebrada: “Volvía a Inglaterra triunfante, y casi lo arruino”. La paradoja es clara: mientras “White Wedding” sonaba en todas las radios, su cuerpo luchaba por sobrevivir.

Este documento audiovisual no solo rescata archivos perdidos y entrevistas exclusivas, sino que plantea preguntas incómodas: ¿Cuántos artistas han silenciado historias similares? ¿Qué mecanismos permiten que el rock romantice el exceso? Las imágenes de backstage y los testimonios de testigos pintan un cuadro escalofriante de una era donde la fama y la toxicidad iban de la mano.

La revelación final es aún más contundente: Idol sobrevivió para convertirse en un caso atípico en una generación que perdió a decenas de talentos por sobredosis. Su historia no es solo un relato de supervivencia, sino un espejo para una industria que aún lucha con sus demonios.