Billy Joel revela sus intentos de suicidio y cómo superó su crisis

Durante décadas, Billy Joel ha sido sinónimo de éxitos musicales, pero detrás de la leyenda hay una historia de lucha que pocos conocían. En el documental Billy Joel: And So It Goes, estrenado en el Festival Tribeca, el artista desvela los momentos más críticos de su juventud, cuando el remordimiento por su relación con Elizabeth Weber —esposa de su mejor amigo y compañero de banda, Jon Small— lo llevó al borde del abismo.

Como muchos artistas, Joel convirtió su dolor en canciones, pero antes de lograrlo, enfrentó una depresión profunda. “Me sentí como un rompehogares”, confiesa en el documental, recordando la culpa que lo consumió tras la ruptura de su amistad con Small y la disolución de su banda, Attila. Sin hogar y emocionalmente destrozado, durmió en lavanderías y perdió el rumbo.

En un acto desesperado, intentó quitarse la vida con pastillas para dormir que su hermana, Judy Molinari, le proporcionó sin imaginar las consecuencias. “Pensé que lo había matado”, relató ella, describiendo cómo lo encontró en coma, pálido como una sábana. Aunque sobrevivió, la angustia persistió, y Joel volvió a intentarlo, esta vez ingiriendo limpiador. Sorprendentemente, fue Jon Small, el hombre al que había traicionado, quien lo salvó llevándolo al hospital.

Tras recibir tratamiento psiquiátrico, Joel encontró en la música su salvación. Hoy, a sus 76 años, su historia es un recordatorio crudo pero esperanzador: incluso en los momentos más oscuros, la redención es posible. Como él mismo demostró, el arte puede ser el puente entre el sufrimiento y la sanación.