El mundo del espectáculo se llena de noticias, pero algunas, como esta, tienen un eco especial. Desde mi experiencia siguiendo la vida de las celebridades, he visto cómo los ciclos personales a menudo se entrelazan con sus carreras. Cristian Castro, un nombre que ha resonado por décadas en la música, acaba de hacer un anuncio que trasciende lo artístico: contraerá matrimonio por cuarta vez con Mariela Sánchez, confirmando una relación que, como muchas en la vida real, ha estado marcada por intermitencias y reencuentros.
En este oficio, he aprendido que las fechas y los lugares elegidos para estos eventos nunca son casualidad. El hijo de la icónica Verónica Castro ha fijado la ceremonia para el 2 de febrero de 2026. Pero el detalle que más habla de sus intenciones es el escenario: la Basílica de Guadalupe. No es simplemente una iglesia; es un símbolo poderoso de fe y tradición en México. Esto me recuerda que, tras los flashes y la fama, las personas buscan raíces y solemnidad para los momentos cruciales. “Nos casamos el 2 de febrero. Así que estamos afinando los detalles, lo tenemos que hacer acá en la de Guadalupe, ¿verdad? En la Basílica”, declaró el artista a la prensa, confirmando que los preparativos ya están en marcha para un día que, sin duda, captará la atención de sus seguidores y de la prensa nacional.