Desde mi experiencia cubriendo la industria del entretenimiento, he aprendido que la elección de los presentadores puede definir el ritmo de una gala. Este año, la 77.ª edición de los Premios Emmy ha reunido un cartel verdaderamente ecléctico y poderoso, algo que solo se logra con una cuidadosa curaduría. Nombres de la talla de Sydney Sweeney, la fuerza emergente; Stephen Colbert, el maestro de la comedia y el monólogo; y la siempre carismática Sofía Vergara prometen entregar dinamismo y momentos memorables desde el escenario del Peacock Theater en Los Ángeles, California.
Recuerdo galas pasadas donde la química entre los anfitriones y los presentadores hizo la diferencia entre un show plano y uno vibrante. Por eso, ver que se han sumado talentos tan diversos como la ingeniosa Tina Fey, el versátil Sterling K. Brown, la joven sensación Jenna Ortega y la icónica Mariska Hargitay es una estrategia inteligente. Ellos, junto a pesos pesados como Elizabeth Banks, Angela Bassett, Jason Bateman, Kathy Bates y Kathryn Hahn, aportarán ese equilibrio perfecto entre comedia, drama y emoción que el público espera. La transmisión en vivo por CBS y Paramount+ garantiza que nadie se pierda los detalles de una velada que, estoy seguro, generará conversación durante días.