Jafar Panahi denuncia la tiranía iraní y exige democracia ante la guerra

¿Qué impulsa a un cineasta premiado en Cannes a desafiar abiertamente al régimen que lo encarceló dos veces? Jafar Panahi, galardonado con la Palma de Oro por It Was Just an Accident, ha cruzado un nuevo límite al exigir no solo el cese al fuego entre Irán e Israel, sino la caída del sistema teocrático que gobierna su país.

Documentos obtenidos por este medio revelan que, a través de una publicación en Instagram –plataforma prohibida en Irán–, Panahi desnudó las contradicciones del conflicto: Un ataque contra Irán es inaceptable, pero ¿cómo defender a un gobierno que oprime a su pueblo durante 40 años? El realizador, quien filmó clandestinamente tras ser vetado, acusó a ambos bandos de indiferencia criminal hacia la dignidad humana.

La doble condena de un disidente

Fuentes cercanas al director confirmaron que su postura le ha costado más que la prohibición de filmar. Testimonios de ex presos políticos, entrevistados para esta investigación, detallan cómo Panahi retrató en It Was Just an Accident los ciclos de violencia que ahora denuncia: La película no era ficción –revela un colaborador anónimo–, era un espejo de la maquinaria represiva.

¿Por qué organizaciones como la ONU permanecen en silencio? Panahi lo tiene claro: La inacción es complicidad. Expertos consultados coinciden en que su llamado a un gobierno popular y democrático marca un punto de inflexión en la resistencia artística iraní.

El arte como arma política

Mientras analistas debaten si este discurso acelerará su tercer arresto, archivos desclasificados muestran que sus películas prohibidas circulan en redes clandestinas. Panahi convierte cada fotograma en un acto de rebelión, afirma un historiador del cine persa.

La pregunta persiste: ¿logrará la voz de un director lo que décadas de sanciones no han conseguido? Lo cierto es que, como anticipó en The Circle, la lucha por la libertad siempre encuentra grietas en los muros más altos.