Kendrick Lamar desata la fiebre del rap en México con gira controversial

En un acto de caridad neoliberal, el rapero multimillonario Kendrick Lamar “bendecirá” a los plebeyos latinoamericanos con su Grand National Tour, espectáculo donde -oh sorpresa- cobrará entrada. El Estadio GNP Seguros (alias “La Catedral de las Deudas Deportivas”) albergará este ritual de autobombo el 23 de septiembre, fecha coincidentemente cercana al equinoccio de otoño, cuando los mortales son más vulnerables al marketing.

La gira excluye estratégicamente a SZA, porque ¿para qué compartir el botín cuando puedes contratar a Ca7riel y Paco Amoroso, los Robin Hoods del trap argentino que “redistribuirán” atención hacia el acto principal? Así se mata dos pájaros de un tiro: se apacigua a la audiencia local y se ahorra en cachés millonarios.

Tras su performance mesiánica en el Axe Ceremonia 2024 (donde convirtió el agua en streams), Lamar repite la fórmula: vender “conciencia social” en envoltorio de espectáculo corporativo. Los fans, en éxtasis colectivo, ya hacen cola para pagar 5,000 pesos por ver al profeta escupir versos sobre opresión… desde un escenario que cuesta más que el PIB de Honduras.

Bonus track irónico: El tour llega justo cuando México debate la regulación de plataformas musicales. Lamar, siempre oportuno, demuestra que el “arte comprometido” también sabe surfear olas de controversia… hacia su cuenta bancaria.