La comedia mexicana que se resiste a morir en la era digital

En un acto de resistencia cultural comparable a encontrar un VHS en Netflix, La Hora Pico —ese fósil viviente de la comedia— celebra su cuarto de siglo con la obstinación de un político en campaña. Adrián Uribe, ahora convertido en una suerte de Mickey Mouse nacional, sigue paseando a El Vítor como si el año 2000 no hubiera terminado jamás. Mientras tanto, Nacaranda y Nacasia, las gemelas disfuncionales de la televisión, regresan en su cuarta temporada de Tal Para Cual, demostrando que en México el humor no evoluciona: se momifica.

El fenómeno alcanzó niveles mitológicos cuando unos empleados de una agencia automotriz recrearon un sketch judicial del programa para vender coches. La escena, viralizada como un meme arqueológico, llegó incluso a Reynaldo López López, productor del show y curador de este museo del humor. “En aquellos días salvajes del 2000”, confesó López con nostalgia, “creíamos que éramos rebeldes, no reliquias”.

Consuelo Duval, la diva septuagenaria que aún interpreta a una anciana desde hace dos décadas, declaró con emoción: “Es como cuando tienes novio y sientes mariposas en la panza”. Claro, si el novio fuera el rating y las mariposas, contratos publicitarios. Lorena de la Garza, por su parte, recordó cómo durante la pandemia recibieron videos de fans que, encerrados y desesperados, volvieron a reír con chistes del Pleistoceno televisivo.

El productor, en un alarde de autocrítica, admitió que antes usaban “atractivo visual” (léase: mujeres en bikini bailando). “Eran otros tiempos”, dijo, como si eso excusara décadas de cosificación. Hoy, asegura, se enfocan en “nichos”, aunque el nicho parece ser el mismo: familias que añoran cuando la comedia no requería subtítulos para entenderla.

ELENCO ZOOLÓGICO

La nueva temporada reunirá a todo el arca de Noé humorística: desde Nacolás (un personaje que prueba que el nepotismo también es hereditario) hasta El Indio Brayan, estereotipo ambulante que nos recuerda que algunos chistes nunca deberían haber nacido. Maribel Fernández completa el trío como Nacorita, porque en México hasta la sátira tiene secuelas.

Mientras las plataformas streaming innovan, Tal Para Cual sigue siendo ese plato recalentado que, contra todo pronóstico, alguien sigue comiendo. Quizá porque, como diría Swift: “La ridiculez es el último refugio de la tradición”.