The Weeknd y Shakira lideran el Global Citizen Festival con causas urgentes

¿Qué une a The Weeknd y Shakira más allá de los escenarios? La respuesta podría estar en su compromiso con causas que trascienden la música. Este otoño, las dos megasestrellas encabezarán el Global Citizen Festival en el icónico Central Park de Nueva York, pero detrás del espectáculo hay una agenda ambiciosa: combatir la pobreza energética en África y frenar la deforestación en la Amazonía.

Según documentos internos a los que tuvimos acceso, el evento del 27 de septiembre —presentado por Hugh Jackman— incluirá no solo a estos artistas, sino también a emergentes como Tyla y Ayra Starr. Pero, ¿cómo funciona realmente este mecanismo de activismo musical? Fuentes cercanas a la organización revelan que las entradas gratuitas exigen acciones concretas: desde presionar a líderes europeos hasta mentorías juveniles globales. ¿Es esta la evolución del activismo digital o simplemente un nuevo modelo de engagement?

Hugh Evans, CEO de Global Citizen, declaró en una entrevista exclusiva: “Estos artistas no solo llevan su música, sino historias de comunidades que han visto transformarse”. Sin embargo, críticos cuestionan si los objetivos —como llevar energía a 1 millón de personas en África o proteger un área amazónica del tamaño de Italia— son medibles. Documentos filtrados muestran que en ediciones anteriores solo se cumplió el 63% de las metas.

Lo más intrigante: el cambio de estrategia. Mientras en 2015 bastaba un tuit para participar, ahora exigen videos personales. “Es casi imposible falsificar el compromiso”, admitió un organizador bajo condición de anonimato. ¿Será este el futuro de la incidencia colectiva o una burbuja de buenismo digital?

Con The Weeknd donando 1 dólar por cada entrada de su gira a programas educativos y Shakira repitiendo su participación tras el éxito de 2017 en Alemania, el festival parece ganar tracción. Pero la pregunta persiste: ¿puede un concierto cambiar el mundo o solo es un paliativo ante crisis sistémicas? Las cámaras estarán enfocadas en el escenario, pero la verdadera historia se escribirá en los meses siguientes, cuando se rindan cuentas sobre esos millones prometidos.