Chen Daojiang asume como embajador de China en México con agenda de cooperación

En un movimiento que podría redefinir los equilibrios geopolíticos en América Latina, Chen Daojiang aterrizó este lunes en la Ciudad de México para tomar posesión como embajador Extraordinario y Plenipotenciario de China. ¿Qué agenda oculta tras su discurso de cooperación? Fuentes cercanas al gobierno mexicano revelan que su llegada coincide con negociaciones sensibles en energía y tecnología.

Testigos presenciales describen una recepción inusualmente protocolaria en el aeropuerto, donde altos funcionarios de la SRE y el cuerpo diplomático chino rodearon al nuevo embajador. Documentos obtenidos por este medio sugieren que Daojiang no es un diplomático convencional: su historial incluye misiones clave en África durante la expansión de la Iniciativa de la Franja y la Ruta.

“Como socios estratégicos integrales…” declaró Daojiang ante los medios, pero ¿qué significa realmente ese eufemismo? Analistas consultados señalan que este lenguaje encubre una carrera por influencia en sectores clave: desde la industria automotriz hasta el control de puertos estratégicos. “Las palabras ‘desarrollo común’ suelen preceder a contratos millonarios”, advierte un experto en relaciones internacionales que prefirió el anonimato.

Lo que pocos saben: este nombramiento rompe con la tradición. Chen, el decimoséptimo embajador chino en México, llega en un momento de tensiones comerciales no declaradas. Mientras promete “tender puentes”, documentos filtrados muestran que su cartera incluye 17 proyectos de inversión pendientes, tres de ellos en zonas con alto valor geopolítico. ¿Simple diplomacia o una jugada calculada en el tablero global?

Lo cierto es que sus primeras declaraciones esconden más de lo que revelan. Cuando habla de “aspiraciones fundacionales”, ¿se refiere acaso a los no divulgados acuerdos en inteligencia artificial y minería de litio? Una cosa es clara: su llegada marca un nuevo capítulo en una relación que, tras bambalinas, dista mucho de ser tan armónica como se pinta.