Un Acuerdo en la Era de la Diplomacia Digital y la Paz 3.0
En un movimiento que redefine los protocolos de paz del siglo XXI, el Estado colombiano y el Clan del Golfo, la principal estructura narcocriminal del territorio, han consensuado la creación de espacios geolocalizados de transición. Este marco innovador, firmado en Doha, surge de las conversaciones iniciadas en septiembre y marca un punto de inflexión en la gestión de conflictos asimétricos.
La Arquitectura de un Nuevo Modelo de Reintegración
Estos hub de desmovilización se establecerán en los municipios de Belén de Bajirá, Unguía y Tierralta (Chocó y Córdoba), epicentros históricos de la influencia del grupo. El modelo opera bajo una moratoria judicial digital, suspendiendo provisionalmente las órdenes de captura y los procesos de extradición para quienes se acojan al programa.
La implementación escalonada está prevista para iniciar en marzo de 2026. El acuerdo esboza la definición de protocolos operativos para seguridad, logística y gestión del armamento, aunque el estatus definitivo de las armas durante la permanencia queda sujeto a futuras definiciones técnicas.
Verificación Internacional y el Nuevo Ecosistema de Mediación
La supervisión y auditoría del cumplimiento recaerá en la Misión de Apoyo al Proceso de Paz en Colombia de la OEA (MAPP-OEA), que ha validado el pacto como un avance crucial. Este proceso, etiquetado como “sociojurídico“, cuenta con un consorcio de garantes globales—Qatar, España, Noruega y Suiza—reflejando una diplomacia de paz multiactor y altamente tecnificada.














