La justicia boliviana decreta el ingreso a prisión preventiva del exministro Arturo Murillo, tras su deportación desde Estados Unidos, donde cumplió una condena por delitos financieros. Este episodio representa un nuevo capítulo en la compleja trama política que vive el país andino.
Foto: Agencia AP.
LA PAZ, Bolivia
El exministro boliviano Arturo Murillo fue trasladado el sábado a un centro penitenciario en La Paz después de que un tribunal determinara su permanencia en prisión preventiva. La resolución judicial se produce apenas cuarenta y ocho horas después de que el exfuncionario fuera deportado desde territorio estadounidense, donde cumplió una pena de dos años y medio por lavado de dinero y aceptación de sobornos, delitos por los cuales también es procesado en Bolivia.
Murillo, quien ejerció como ministro de Gobierno entre 2019 y 2020, cumplirá “detención preventiva por tiempo indefinido” en el penal de La Paz, según informó el procurador general Ricardo Condori al finalizar la audiencia. El domingo está programada una nueva vista judicial por un segundo proceso, destacó Condori.
En 2024, el exministro fue condenado en ausencia a ocho años de prisión por la adquisición de gases lacrimógenos a un precio sobrevalorado. También enfrenta una segunda sentencia de cinco años de cárcel por la importación irregular de material antidisturbios en 2019, aunque ambos fallos se encuentran en fase de apelación, aclaró su abogado Jaime Tapia.
Murillo ocupó la cartera de Gobierno durante el breve mandato de la presidenta interina Jeanine Áñez (2019-2020), quien también fue encarcelada después de asumir el cargo en medio de violentas protestas que dejaron 37 fallecidos y forzaron la renuncia del entonces mandatario Evo Morales, tras unas elecciones denunciadas como fraudulentas.
El partido de Morales regresó al poder en 2020 tras ganar los comicios con el actual presidente, Luis Arce, quien impulsó los procesos judiciales contra los promotores de las manifestaciones, así como contra Áñez y sus colaboradores.
Murillo tiene 15 procesos abiertos en Bolivia, dos de ellos con sentencia en apelación, según el fiscal general Roger Mariaca.
Los juicios han tenido un “contenido político”, alegó Tapia, quien señaló que su cliente “tiene derecho a defenderse en libertad”. Condori solicitó la prisión preventiva debido a que Murillo representa un posible “riesgo de fuga”.
“Con el tiempo se va a saber todo”, declaró Murillo a periodistas mientras ingresaba a un vehículo policial para su traslado al penal.
Tras dejar el poder, Murillo huyó en 2020 hacia Estados Unidos, donde fue detenido y condenado a seis años de cárcel por asociación delictuosa para cobrar sobornos y lavado de activos. Redujo su condena por buena conducta y fue deportado a Bolivia el jueves.
La sentencia de 10 años en prisión que enfrenta Áñez también está en revisión, mientras que otros procesados en relación con la crisis política de 2019 abandonaron la cárcel en los últimos días, luego de las elecciones nacionales del 17 de agosto que determinaron la caída del gobernante Movimiento al Socialismo (MAS) que permaneció en el poder durante casi 20 años con Morales (2006-2019) y Arce (2020-2026).