FGR acusa a EU de proteger a Chávez Jr. pese a orden de aprehensión

Foto: Agencia Reforma.

En un giro que expone las grietas en la cooperación binacional, la Fiscalía General de la República (FGR) desnudó la paradoja jurídica que permitió al boxeador Julio César Chávez Jr. residir en Estados Unidos, a pesar de ser buscado activamente por presuntos vínculos con redes de narcotráfico y tráfico de armas. Alejandro Gertz Manero, fiscal general, reveló cómo las autoridades estadounidenses ignoraron durante meses las solicitudes de captura, mientras el hijo del legendario púgil construía una vida legal al norte de la frontera.

Durante la presentación del plan contra la extorsión, Gertz Manero desgranó el caso como ejemplo de asimetrías en la lucha transnacional contra el crimen: “¿Cómo explicar que un investigado por delincuencia organizada obtenga visa y protección legal, mientras México cumple protocolos de extradición?”. La detención del boxeador el 2 de julio —ahora en proceso de deportación— destapa preguntas incómodas sobre dobles estándares en seguridad.

La defensa del atleta ha activado una estrategia jurídica sin precedentes, presentando hasta seis recursos de amparo para evitar su encarcelamiento al regresar a territorio mexicano. Fuentes cercanas al caso sugieren que esta batalla legal podría redefinir los alcances de la cooperación judicial entre ambos países, especialmente al vincularse con Los Chapitos, el brazo operativo del Cártel de Sinaloa bajo el mando de los herederos de Joaquín Guzmán Loera.

Este episodio trasciende lo anecdótico: plantea un desafío estructural. ¿Hasta qué punto los sistemas migratorios pueden ser explotados por redes criminales? La respuesta podría reconfigurar no solo políticas de extradición, sino los fundamentos mismos de la inteligencia compartida entre naciones.