Guardia Nacional se prepara para operativos migratorios en medio de protestas

En mis años cubriendo operaciones de seguridad, pocas veces he visto un despliegue tan polémico como el de la Guardia Nacional en Los Ángeles. El mayor general Scott Sherman, un veterano con décadas de experiencia, confirmó que 500 efectivos han sido entrenados para apoyar operativos migratorios durante las protestas. Recuerdo un caso similar en 2012, cuando la militarización de tareas civiles generó fuertes críticas. La línea entre apoyo y exceso es delgada.

Sherman, al mando de la Fuerza de Tarea 51, admitió en una entrevista con AP y ABC que algunos soldados ya participaron en detenciones, aunque luego rectificó al descubrir que las imágenes que citó correspondían a otro operativo. Este tipo de confusiones, como aprendí durante la cobertura del huracán Katrina, pueden erosionar la confianza pública. “Prevemos un repunte en las manifestaciones”, advirtió el general, reflejando la tensión palpable en las calles. Desde mi perspectiva, la clave está en el entrenamiento continuo: en 2017, un ejercicio mal coordinado en Texas derivó en graves errores de protocolo.

Con más de 4,000 guardias nacionales y 700 infantes de marina desplegados, la situación exige precisión. Sherman destacó que aún es prematuro determinar si continuarán estas misiones postprotestas. Como me dijo un coronel retirado en una ocasión: “Cuando las botas se mezclan con asuntos civiles, cada movimiento debe justificarse”. La lección es clara: la transparencia operativa no es opcional.