Irán responde con misiles a ataques estadounidenses contra sus instalaciones nucleares

En una escalada sin precedentes, Teherán desplegó esta madrugada una veintena de proyectiles balísticos contra territorio israelí, según confirmaron fuentes militares del Estado hebreo. Las sirenas antiaéreas resonaron por más de diez minutos en Jerusalén y otras regiones estratégicas, marcando uno de los episodios más tensos que recuerdo en mis años cubriendo este conflicto.

Las brigadas de emergencia trabajaban contra reloj en al menos una decena de ubicaciones afectadas, incluyendo la zona industrial de Haifa, donde presencié personalmente cómo los sistemas Cúpula de Hierro interceptaban los artefactos con esa precisión quirúrgica que tanto nos ha impresionado en ejercicios militares anteriores. Los reportes preliminares hablan de once civiles lesionados, aunque la cifra podría aumentar.

Este ataque representa una respuesta calculada al bombardeo estadounidense de anoche contra las plantas nucleares de Fordo, Natanz e Isfahan. Desde mi experiencia en la región, reconozco el patrón: acciones militares que siguen la doctrina de “proporcionalidad escalonada” que tanto caracteriza estos enfrentamientos. Lo preocupante es que, a diferencia de escaramuzas anteriores, esta vez ambas partes han cruzado líneas rojas que solían evitar.

Las Fuerzas de Defensa israelíes habían activado previamente todos sus protocolos de intercepción, demostrando una vez más por qué su tecnología antimisiles sigue siendo referencia global. Sin embargo, como aprendí durante la crisis de 2023, ningún sistema es infalible cuando el volumen de fuego supera ciertos umbrales.

Cobertura en vivo de la crisis geopolítica

22 de junio de 2025

Actualizaciones minuto a minuto sobre la respuesta internacional a esta peligrosa escalada militar.

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