Una Tradición Viva Conquista el Reconocimiento Global
La representación de la pasión, muerte y resurrección de Cristo en Iztapalapa, Ciudad de México, acaba de ser inscrita en la prestigiosa lista de la UNESCO como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. Este dictamen consolida a una práctica ancestral en el panorama del patrimonio vivo mundial.
Para la comunidad de Iztapalapa, este evento es una poderosa expresión de fe, identidad y cultura colectiva. (Foto: AP)
Este ritual comunitario, celebrado ininterrumpidamente desde 1833, es mucho más que una escenificación religiosa. Nació como un acto de gratitud al Señor de la Cuevita tras superar una epidemia de cólera, consolidándose como un pilar de resiliencia e identidad para uno de los núcleos urbanos más dinámicos y poblados de la capital.
Un Ecosistema Cultural en el Corazón de la Ciudad
Inspirada en el teatro evangelizador de la época virreinal y formalizada desde 1843, esta celebración anual es un motor de cohesión social. Su organización y ejecución recaen en los ocho barrios originarios—San Lucas, San Pedro, San Miguel, San Pablo, San Ignacio, San José, La Asunción y Santa Bárbara—, donde miles de residentes colaboran como actores, artistas, artesanos y gestores logísticos.
Hoy, Iztapalapa es una demarcación que desafía estereotipos. Frente a narrativas que solo destacan desafíos como la escasez hídrica o la inseguridad, esta tradición proyecta una imagen poderosa de creación cultural colaborativa y orgullo comunitario, redefiniendo la identidad de una zona trabajadora y vibrante.
Un Patrimonio que Fomenta Paz y Derechos Culturales
El Comité de la UNESCO destacó que esta práctica fomenta la paz, la cohesión social y el ejercicio de los derechos culturales. Su transmisión intergeneracional sirve, además, como un vehículo crucial para preservar artes y oficios tradicionales en pleno siglo XXI, desde la carpintería y la herrería hasta la costura y la música.
La inscripción en la Lista Representativa se oficializó durante la 20ª sesión del comité, celebrada en Nueva Delhi, India. Este logro es el resultado de una estrategia colaborativa impulsada por el Comité Organizador de Semana Santa en Iztapalapa A.C., la Secretaría de Cultura federal, el gobierno de la Ciudad de México y la alcaldía local.
De lo Local a lo Universal: Un Camino de Reconocimientos
Este hito internacional corona un camino de salvaguardia institucional. La representación ya había sido declarada Patrimonio Cultural Intangible de la Ciudad de México en 2012 y fue incorporada al Inventario Nacional del Patrimonio Cultural Inmaterial de México en 2023.
Este reconocimiento de la UNESCO no solo protege una tradición; valida y proyecta al mundo un modelo de cultura viva y comunitaria, donde la fe, el arte y la organización vecinal se entrelazan para crear un patrimonio profundamente humano y contemporáneo.













