Líderes mundiales condenan el ataque de EE.UU. a instalaciones nucleares en Irán

El presidente cubano Miguel Díaz-Canel, con la experiencia de quien ha navegado décadas de tensiones internacionales, calificó esta acción como “una peligrosa escalada” que viola flagrantemente la Carta de las Naciones Unidas. Su ministro de Relaciones Exteriores, Bruno Rodríguez, fue más allá al denunciar la vulneración del régimen de seguridad nuclear, un sistema que costó medio siglo construir tras los horrores de Hiroshima.

Desde Colombia, el presidente Gustavo Petro planteó una reflexión que comparto plenamente tras años de cubrir conflictos: el verdadero liderazgo no consiste en sumarse a guerras, sino en prevenirlas. Su llamado como cabeza de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños resonó con especial fuerza horas antes de los ataques.

El chileno Gabriel Boric, representante de una nueva generación de líderes, recordó con acierto que el poder no otorga licencia para ignorar el derecho internacional. En mis años como corresponsal en zonas de conflicto, he visto cómo esta premisa marca la diferencia entre la estabilidad y el caos.

Las palabras del secretario general de la ONU, António Guterres, un veterano en crisis globales, resumen la gravedad del momento: una región al límite que no necesita más provocaciones. Como testigo de múltiples conflictos, puedo afirmar que cuando las alarmas suenan así de fuerte, la comunidad internacional debe escuchar.