Niño ordena 70 mil piruletas en Amazon sin que su madre lo note

LEXINGTON, Kentucky, EE.UU. — ¿Qué sucede cuando un niño de ocho años tiene acceso ilimitado a una cuenta de Amazon? La respuesta llegó en forma de 22 cajas repletas de piruletas a la puerta de Holly LaFavers, una residente de Kentucky que nunca imaginó que su teléfono se convertiría en un portal hacia el caos financiero.

LaFavers relató a medios locales cómo su hijo Liam, con la inocencia característica de su edad, decidió organizar un carnaval improvisado. Sin embargo, su idea de “premios” escaló rápidamente: 70,000 paletas Dum-Dum, suficientes para endulzar a todo el vecindario… y vaciar la cuenta bancaria familiar.

Pero aquí surge la primera pregunta incómoda: ¿Cómo es posible que Amazon procese un pedido de semejante magnitud sin verificaciones de seguridad? Fuentes cercanas al caso revelan que el sistema de compras con un solo clic, diseñado para conveniencia, se convirtió en un arma de doble filo.

El monto: $4,000 dólares. La reacción de LaFavers al ver el cargo: “Casi me desmayo”. Sin embargo, la investigación profundiza en un detalle preocupante: ocho cajas adicionales aparecieron posteriormente, sugiriendo fallas en el sistema de inventario del gigante del comercio electrónico.

Tras una odisea de reclamos que incluyó bancos, oficinas postales y hasta intervención mediática, Amazon finalmente accedió al reembolso total. Pero este incidente plantea interrogantes mayores sobre los controles parentales en dispositivos móviles y la responsabilidad corporativa en transacciones atípicas.

En declaraciones exclusivas, LaFavers advierte: “Nunca subestimen lo que un niño puede hacer con un smartphone”. Mientras tanto, especialistas en consumo digital recomiendan activar autenticación en dos pasos y límites de gasto, medidas que podrían evitar que historias como esta se repitan.

La moraleja queda clara: en la era digital, la inocencia infantil y la tecnología pueden ser una combinación explosiva… y costosa.