Trump enfrenta críticas por su manejo de la financiación universitaria

Una persona rema por el río Charles, cerca de la Universidad de Harvard, al fondo.

La mayoría de los estadounidenses rechaza la gestión del expresidente Donald Trump en materia de educación superior, según una reciente encuesta, mientras su administración amenaza con recortar fondos federales a instituciones que no alineen sus políticas con su agenda. El 56% desaprueba su enfoque, revela el sondeo de AP-NORC, reflejando la polarización en torno a la autonomía universitaria.

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Trump ha impulsado medidas controvertidas contra centros académicos, acusándolos de promover ideologías progresistas. Harvard, por ejemplo, enfrenta la congelación de más de $2.200 millones en subvenciones y presiones fiscales. Casos similares afectan a Columbia, Penn y Cornell, en conflictos sobre activismos estudiantiles e inclusión transgénero. Las universidades defienden su independencia, respaldada históricamente por la Corte Suprema.

La encuesta destaca una paradoja: mientras el gobierno ataca a estas instituciones, el público valora su rol en innovación científica y avances médicos. El 60% apoya mantener la financiación pública para investigación. “Harvard contribuye al mundo; estos recortes son un retroceso”, critica Freddy Ortega, veterano hispano y defensor de programas de diversidad.

Entre republicanos, el 80% avala las políticas de Trump hacia las universidades, aunque solo el 50% respalda condicionar los fondos. La división refleja tensiones entre el control político y la libertad académica, un debate que redefine el futuro de la educación en la era de la desinformación y la guerra cultural.

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Este pulso trasciende lo educativo: es una batalla por el alma de la sociedad estadounidense, donde la tecnología, la equidad y la gobernanza chocan en un escenario globalizado.