Por El de la Banqueta – #DesdeLaSombraDelPoste
Dicen que en política hay que parecer honesto, aunque no lo seas. Y en la 4T eso se traduce en un manual simple: “vístete de pueblo… pero guarda el Rolex para la cena”.
Entra a escena nuestra protagonista de la semana: la diputada “Dato Protegido” y su esposo, también diputado, que en el TikTok de la vida pública lucen como la pareja aspiracional de la colonia más fifí. Eso sí, sin que falte el discurso del “pueblo sabio” en cada micrófono.
Porque, mientras usted se pelea con el súper para ver si alcanza para el kilo de huevo, ellos juegan a la lotería del lujo: Cartier, Louis Vuitton, Dolce & Gabbana, Tiffany… que no son apellidos de vecinos, sino la lista de invitados a su closet.
Y ojo, no hablamos de un capricho de quincena. Los cálculos callejeros, esos que hacemos en la banqueta con la calculadora del celular, suman 4.7 millones de pesos en relojes, joyas y bolsos. Un numerito que, mágicamente, no aparece en sus declaraciones patrimoniales. Como quien olvida “por accidente” pagar la tanda.
La ironía es más fina que el diamante Tiffany: mientras la presidenta del partido pide no exhibir opulencia para no contradecir la “austeridad republicana”, esta parejita se toma fotos como catálogo de Polanco. Y uno aquí pensando que el verdadero lujo de un político era la impunidad, pero parece que también incluye accesorios de diseñador.
En la calle, la raza ya lo dice clarito: “Austeridad sí… pero solo para la plebe”.
Porque en México, cuando el político dice que está “sirviendo al pueblo”, a veces se refiere a servirlo… pero en charola de plata.
Moraleja de banqueta: “Cuando la bolsa es de Louis Vuitton, pero el discurso es de mercado sobre ruedas, aguas… el kilo de hipocresía está por las nubes”.