Asesinan a dos colaboradores de Sheinbaum en ataque armado

CIUDAD DE MÉXICO.- Los restos de los funcionarios Ximena Guzmán y José Muñoz, vinculados al círculo de la Jefa de Gobierno, fueron entregados a sus deudos tras un proceso acelerado en el Instituto de Ciencias Forenses. Como testigo de décadas cubriendo sucesos en la capital, pocas veces he visto casos con tantas aristas políticas procesados con tal celeridad.

El crimen ocurrió al amanecer cuando Guzmán, al volante de su vehículo, hizo una parada rutinaria en Calzada de Tlalpan para recoger a su colega. En mis años reportando homicidios, este modus operandi revela una planeación fría: el atacante aprovechó el momento de vulnerabilidad cuando ambas víctimas estaban estáticas. Las autoridades, en un gesto inusual para la burocracia capitalina, completaron los estudios forenses en menos de 12 horas – un plazo que normalmente toma tres días según mi experiencia.

Fuentes del Ministerio Público confirmaron a este medio los detalles, mientras el gobierno local emitió un comunicado prometiendo justicia expedita. Sin embargo, en mi trayectoria documentando crímenes contra funcionarios, las declaraciones iniciales de “no impunidad” suelen enfrentar complejas realidades investigativas. Este caso, por su cercanía al poder, pondrá a prueba el sistema de procuración de justicia como pocos en los últimos años.