Avanza la entrega de cuerpos del crematorio de Ciudad Juárez

La Fiscalía General del Estado de Chihuahua informó este jueves que, de los 386 cuerpos exhumados en el crematorio Plenitud de Ciudad Juárez el pasado junio, 53 han sido entregados a sus familias. Este proceso, que he visto desarrollarse con una lentitud angustiante pero meticulosa, representa un primer paso hacia el cierre para algunos, mientras que para muchos otros la espera se torna cada vez más desgarradora.

Hasta la fecha, el trabajo de los servicios periciales ha permitido la identificación positiva de 65 fallecidos. Sin embargo, en estos casos la teoría choca con la cruda realidad: la identificación forense es un laberinto científico y burocrático. Además de las entregas físicas, existen 18 hipótesis de identidad pendientes de confirmación familiar y una identidad obtenida mediante el cruce de información del sitio web especializado creado por la fiscalía.

Paralelamente, la Unidad Especializada de la fiscalía ha registrado ya 42 denuncias por fraude, un delito que palidece ante la magnitud de la tragedia humana. Desde aquel 26 de junio, la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas (CEAVE), en coordinación con la fiscalía, brinda apoyo psicológico y asesoría a las familias. He sido testigo de cómo este tipo de acompañamiento es un bastión fundamental, pero no sustituye la necesidad primordial de verdad y justicia.

La paciencia de los colectivos de familiares se agota. Más de dos meses después, con apenas un 14% de los cuerpos entregados, han anunciado manifestaciones para exigir celeridad en las labores de investigación e identificación. Su lucha es un recordatorio punzante de que, detrás de cada número, hay una historia, un ser querido y un duelo que no puede comenzar sin certezas. La experiencia me ha enseñado que la impunidad es una segunda victimización; la justicia, aunque tarde, debe llegar.