Ballet sobre escombros la lucha artística contra la demolición en Tepic

Activistas y artistas frente a una construcción en Nayarit, en junio de 2025.

Ciudad de México.- Una danzarina desafía el rugido de las excavadoras con su silenciosa poesía corporal. Su tutú negro ondea entre nubes de polvo, transformando la demolición de la Ciudad de las Artes en Tepic en un performance de resistencia. Mientras las máquinas devoran el concreto, su coreografía se convierte en grito: ¿qué sociedad sacrifica templos culturales en el altar del espectáculo deportivo?

Este complejo, faro creativo de Nayarit con 500 millones de pesos invertidos, albergaba bibliotecas, talleres y el Parque de la Dignidad. Hoy, artistas y abogados tejen una red legal y performática para frenar su reemplazo por un estadio de 12,600 asientos. “No es progreso, es vandalismo institucional”, acusa Carlos Lara, experto en derechos culturales, mientras prepara un amparo basado en precedentes como las batallas legales contra el Tren Maya.

La ironía es cruel: el sótano del futuro coliseo albergará la Escuela de Bellas Artes, como si el arte debiera esconderse bajo tribunas. El gobernador Navarro defiende su “compromiso ecológico” con trasplantes arbóreos, pero calla sobre el desmantelamiento de ecosistemas culturales cultivados por décadas. Mientras, estudiantes de música son desalojados sin consulta, violando protocolos urbanísticos y tratados internacionales sobre derechos culturales.

¿Es esto desarrollo o revanchismo político disfrazado? Activistas como Isaac Cárdenas ven un ajuste de cuentas contra la administración anterior, cuyo gobernador hoy enfrenta cargos por corrupción. La paradoja: condenan los excesos del PRI mientras repiten sus patrones de obra pública sin consenso.

Este lunes, la batalla llega a los tribunales. Pero ya ha ganado en simbolismo: cada pirueta sobre escombros redefine el activismo del siglo XXI, donde el arte no decora protestas, es la protesta. Un recordatorio de que las ciudades no se miden en metros cuadrados de concreto, sino en espacios donde florece la creatividad colectiva.