Comandante escapa de secuestro en medio de ola violenta contra policías

Foto: El Universal.

En un hecho que revela la creciente audacia del crimen organizado, un comandante de la Policía Estatal Preventiva escapó por poco de ser secuestrado por civiles armados cerca de la avenida México 68, en el sur de Culiacán. Fuentes cercanas al operativo confirmaron que el oficial, cuya identidad se mantiene en reserva por motivos de seguridad, forcejeó con sus agresores y logró refugiarse en un inmueble de la colonia 10 de Mayo antes de que llegaran refuerzos. ¿Por qué lo buscaban? ¿Fue un acto de retaliación o un intento de obtener información privilegiada?

Este incidente no es aislado. Solo en la primera semana de mayo, tres agentes municipales fueron ejecutados en Sinaloa: dos en Mazatlán y uno en Culiacán. Entre las víctimas figura Pedro Antonio “N”, de 36 años, abatido con armas automáticas al llegar a su domicilio después de su turno. Los ataques, coordinados y brutales, plantean preguntas incómodas: ¿Existe una estrategia deliberada para desestabilizar a las fuerzas de seguridad? Documentos internos a los que este medio tuvo acceso sugieren un preocupante patrón: 7 de cada 10 agresiones contra policías en el estado ocurren cuando los elementos están fuera de servicio.

El caso más sangriento ocurrió en una taquería de Mazatlán, donde pistoleros emboscaron a un grupo de agentes que cenaban. Dos murieron en el acto, incluido uno que estaba en una patrulla estacionada. Testigos describieron a los atacantes como “hombres encapuchados con rifles de alto poder”. A pesar del despliegue de fuerzas federales, ningún sospechoso ha sido detenido. ¿Falta de recursos o complicidad institucional?

Mientras las autoridades insisten en que se trata de incidentes aislados, expertos en seguridad consultados advierten un modus operandi similar al usado por cárteles en otros estados para infundir terror. La pregunta que queda en el aire: ¿Quién está detrás de esta escalada y qué buscan realmente?