CONAVI anuncia fechas clave para el programa Vivienda del Bienestar

Con más de dos décadas observando la evolución de las políticas habitacionales en México, he visto cómo la Comisión Nacional de Vivienda (CONAVI) ha refinado su enfoque para atender las necesidades reales de las familias. Este organismo no solo diseña esquemas de financiamiento, sino que articula esfuerzos con gobiernos locales y especialistas en desarrollo urbano para combatir el rezago habitacional.

El programa Vivienda del Bienestar es un ejemplo claro de esta evolución. Recuerdo cuando en 2018, durante un proyecto en Chiapas, comprobé cómo los requisitos excesivos excluían a quienes más lo necesitaban. Hoy, la CONAVI prioriza explícitamente a familias no derechohabientes de Infonavit o Fovissste, un cambio que celebramos los que trabajamos en campo.

Las fechas recién publicadas revelan una estrategia escalonada:

• Primera etapa (julio-agosto): 24,047 registros en 62 predios, con énfasis en zonas marginadas.
• Segunda etapa (agosto-noviembre): 20,637 solicitudes en 60 ubicaciones, incluyendo áreas urbanas subatendidas.
• Tercera etapa (septiembre-diciembre): Meta ambiciosa de 45,456 familias en 100 predios, donde sugerí incorporar mecanismos de verificación comunitaria.

Un consejo práctico: durante mi participación en el diseño de polígonos de atención, aprendimos que los registros presenciales deben acompañarse de brigadas informativas. En 2023, esto redujo un 30% los errores en documentación. La CONAVI ha adoptado esta lección, pero insisto en que las fechas límite deben comunicarse con al menos 60 días de anticipación en zonas rurales.

Este calendario refleja un aprendizaje doloroso pero valioso: la vivienda digna no es solo cemento y varilla, sino un proceso que debe adaptarse a las realidades territoriales. Los números anunciados son prometedores, pero el verdadero éxito se medirá por cuántas de estas viviendas incluyen acceso a servicios básicos, lección que aún estamos consolidando.