Condenan a exfuncionario de Hidalgo por desvío millonario en plena crisis

La justicia mexicana ha dado un golpe contundente a la impunidad: Martiniano “N”, exoficial mayor del gobierno de Omar Fayad en Hidalgo, recibió una condena ejemplar de 12 años de cárcel por peculado agravado. Este caso, parte de la macabra red denominada “Estafa Siniestra”, revela cómo la corrupción sistémica saqueó más de 2 mil millones de pesos de las arcas públicas, aprovechando incluso la emergencia sanitaria.

Lo revolucionario en este fallo no es solo la sentencia, sino el precedente que establece: por primera vez, se desenmascara un esquema mafioso donde empresas fantasma, funcionarios y alcaldes conspiraron para vaciar las finanzas estatales. El modus operandi incluía contratos fraudulentos para sistemas informáticos inexistentes y hasta compras fantasmas de insumos médicos durante la pandemia, evidenciando cómo la crisis se convirtió en carnada para el desfalco.

¿Podría este caso inspirar un nuevo modelo de justicia financiera? El maxiproceso judicial, que abarca a 13 exalcaldes y varios exfuncionarios, sugiere un cambio de paradigma. Mientras el presunto cerebro, el excontralor César “N”, espera deportación en Miami, el sistema judicial mexicano demuestra que puede rastrear flujos de dinero ilícitos hasta sus últimas consecuencias.

La sentencia incluye elementos innovadores: además de la pena privativa de libertad, se impuso una multa reparatoria de 14.8 millones de pesos y la suspensión de derechos políticos. Sin embargo, quedan preguntas disruptivas: ¿Por qué algunos implicados como Jessica Blancas, exsecretaria de Finanzas, siguen sin enfrentar cargos? ¿Cómo rediseñar las instituciones para prevenir estos esquemas en el futuro?

Este caso debería ser el detonante para repensar la rendición de cuentas en México. Mientras Martiniano “N” enfrenta otros dos procesos en Pachuca, la sociedad exige que esta sentencia marque el inicio de una nueva era donde la impunidad deje de ser la norma.