Conoce a ‘Chato’, el perro bombero de Torreón rescatado de peleas clandestinas

Desde hace más de dos años “Chato” forma parte del Cuerpo de Bomberos de Torreón, un elemento que fue rescatado de la delincuencia al poniente de la ciudad, cuando era utilizado para pelear a muerte sin entender por qué lo lo hacía, un perro raza bull terrier que sólo se defendía.

Uno de sus compañeros en la Estación Colón, Carlos Héctor Pasillas, recuerda el día que policías estatales llevaron a Chato a sus instalaciones, cercanas a la estación de Bomberos, y luego de ir por primera vez allí, jamás ha querido irse.

“Lo rescataron de una colonia del poniente porque lo usaban para pelearlo. Cuando llegó estaba muy golpeado y estaba muy flaco, se lo quitaron a unos sujetos que lo explotaban y lo trajeron a donde ahora está Protección Civil, de ahí el Chato se vino para Bomberos y hasta la fecha no se ha ido”.

Comparte que desde el primer día, todos los elementos de la corporación se han dedicado a darle de comer, de bañarlo y de atenderlo, ya es parte de una gran familia que le abrió sus puertas tal como lo hacen con cada voluntario que busque ser un integrante más.

Recientemente, el comandante, Francisco Martínez, le entregó su correa en color rojo con su respectiva placa y la insignia de Bomberos, ya que ha sido un animal muy tranquilo y amigable con humanos y hasta con los perros y gatos, además, si por el Chato fuera, se subiría a la máquina 28 o la unidad que salga a una emergencia.

“El perro es muy amigable con toda la gente sin excepción, no es agresivo para nada, ni con los perros cuando anda con nosotros en la calle, incluso con nosotros también viven dos gatos; Satanás y Chavi, también son sus amigos”, señala Carlos Héctor. Esto a pesar de que la frase preferida del Chato es “ve por el gato”, con lo cual se activa y sale corriendo para subir por las escaleras como buscando algo, sin embargo, todo queda en la intención, al igual que lo hace cuando busca atrapar palomas o cuando se activa la señal de emergencia.

El Chato ha subido de peso considerablemente a partir del día que se enteró que ya no podía tener crías cuando despertó aquella mañana en una veterinaria donde lo esterilizaron.

“Ahora ha de pesar unos 35 o 40 kilos”, asegura el bombero Luis Treviño mientras lo carga para ayudarlo a subir al camión de bomberos y tomarle una fotografía. “Si por él fuera se subiría con nosotros”, añadió.

Los elementos de Bomberos Torreón, coinciden en que resguardar a un animal como Chato, es parte de su labor como bomberos, salvaguardar la vida y la integridad física, tanto de las personas, como de los animales, por lo cual es común que en cada estación tenga sus mascotas.

Fuente: Milenio