Detienen a agresor serial que reincidió tras cumplir condena por violación

¿Cómo es posible que un hombre condenado por violación y robo haya regresado a las calles solo para repetir sus crímenes? José de Jesús Echeverría Barriga, de 33 años, fue arrestado nuevamente en Santa Cruz del Valle, Tlajomulco, acusado de atacar al menos a cinco mujeres en Hacienda San José y alrededores del ITESO, en Tlaquepaque. Las víctimas fueron abordadas entre junio y julio, siempre en horarios nocturnos y en zonas con poca iluminación.

Documentos obtenidos por este medio revelan que el sospechoso operaba con un modus operandi calculado: vestía ropa oscura, un chaleco azul reflectante y calzaba botas con casquillo, además de portar una mochila negra con franjas blancas. Elementos que, según testigos, coinciden con la descripción de su atuendo al momento de su captura.

Fuentes cercanas a la investigación confirmaron que Echeverría Barriga intentó sobornar a los agentes con dinero y drogas para evitar su detención, lo que derivó en un cargo adicional por cohecho. Pero, ¿qué falló en el sistema para permitir que un delincuente con historial violento reincidiera? Registros judiciales muestran que en 2011, a los 18 años, fue sentenciado a 14 años de prisión por violación y robo en la colonia Jardines Alcalde, Guadalajara. Sin embargo, su liberación anticipada plantea serias dudas sobre los mecanismos de reinserción y vigilancia.

La Fiscalía asegura que su captura fue resultado de un operativo de inteligencia y patrullaje encubierto en un perímetro de 15 kilómetros. No obstante, vecinos de la zona cuestionan la tardanza en actuar, ya que los ataques se extendieron por más de un mes. “Las autoridades sabían que alguien estaba atacando mujeres, pero no hicieron lo suficiente hasta que hubo múltiples víctimas”, denunció una residente bajo condición de anonimato.

Mientras Echeverría Barriga espera ser presentado ante un juez, las preguntas persisten: ¿Cuántos casos más podrían estar vinculados a él? ¿Por qué el sistema no previno su reincidencia? Este caso no solo expone los riesgos de una justicia permisiva, sino que obliga a replantear las estrategias de seguridad para proteger a las mujeres en espacios públicos.