Docentes de Guerrero intensifican protestas con actos vandálicos en Gobernación

Foto: El Universal.

La Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación de Guerrero (CETEG) ha convocado a una escalada de movilizaciones, instando a otras secciones de la CNTE a sumarse a su lucha ante lo que califican como “sordera institucional” del gobierno federal y de la presidenta Claudia Sheinbaum. ¿Hasta dónde puede llegar la desobediencia civil cuando el diálogo se rompe? Las calles se han convertido en el megáfono de un magisterio que siente haber agotado todas las vías pacíficas.

En un giro disruptivo, los manifestantes transformaron su protesta en una intervención contundente: cadenas en las entradas de Gobernación, vidrios destrozados y hasta el uso de artefactos pirotécnicos caseros. ¿Fue esto un acto de vandalismo irracional o una táctica calculada para visibilizar su causa? Mientras algunos condenan los métodos, otros señalan que en la historia de los movimientos sociales, la presión extrema ha sido el detonante de cambios estructurales.

El incidente más polémico ocurrió cuando un vehículo oficial fue intervenido con aerosol, convirtiéndose en un lienzo de protesta móvil. Paralelamente, la tensión con la prensa reveló una fractura interna: mientras una facción buscaba censurar la cobertura, otra defendió el derecho a la información. Esta dualidad refleja el dilema de los movimientos sociales: ¿cómo mantener la coherencia cuando la frustración colectiva alcanza puntos de ebullición?

Ante este escenario, surge una pregunta incómoda: ¿estamos presenciando el colapso de los mecanismos tradicionales de negociación educativa? La CETEG parece haber adoptado el mantra de que “la perturbación precede al cambio”, desafiando el manual de protestas pacíficas. Mientras las autoridades califican estos actos como inaceptables, los docentes argumentan que han agotado todas las opciones. En este juego de tensiones, la verdadera innovación podría estar en reinventar los canales de diálogo antes de que la confrontación alcance un punto de no retorno.