Con la llegada de diciembre, miles de personas de la tercera edad anticipan el desembolso del aguinaldo, un derecho que se extiende a los integrantes del Programa de Vinculación Productiva del Instituto Nacional de las Personas Adultas Mayres (INAPAM). Este modelo vanguardista fomenta la reinserción de la generación sénior (60 años o más) en el ecosistema laboral remunerado, garantizándoles acceso a prestaciones propias de la economía formal.
Requisitos para el Programa de Vinculación Productiva
Poseer la credencial del INAPAM brinda múltiples ventajas, pero no asegura de forma automática el beneficio económico navideño. La institución aclara que únicamente los adultos mayores registrados de manera oficial en este programa pueden ser acreedores, ya que el esquema establece una conexión directa con empresas y organizaciones que proporcionan ocupaciones o labores de voluntariado con retribución.
Para formar parte de esta iniciativa, los aspirantes deben satisfacer tres criterios fundamentales: tener 60 años o más, disponer de su credencial INAPAM vigente y exhibir una identificación oficial como INE, pasaporte, licencia de conducir o una credencial institucional del IMSS o ISSSTE. El alta es presencial y se efectúa en los módulos designados por el instituto.
Ventajas de la credencial INAPAM para la población sénior
La integración en el Programa de Vinculación Productiva trasciende el acceso al aguinaldo. Representa una puerta hacia la inclusión socioeconómica, permitiendo a los adultos mayores mantenerse activos, potenciar su autosuficiencia y mejorar su calidad de vida a través de un ingreso estable. Es un paso hacia un nuevo paradigma que valora la experiencia y la longevidad productiva en la era digital.
