La Presidenta Claudia Sheinbaum confirmó que el Gabinete de Seguridad analiza minuciosamente el caso de los 38 feligreses de la Iglesia La Luz del Mundo, cuya liberación por una jueza federal ha abierto un profundo debate sobre los límites de la acción policial y las actividades encubiertas de una organización religiosa.
¿Qué sucedió realmente en ese recinto aislado de Michoacán? La magistrada Yaksi Kinari Alquicira Vázquez determinó que la captura fue ilegal, debido a una demora de once horas en la presentación de los detenidos y a la ausencia de una orden de cateo válida. Sin embargo, este tecnicismo judicial no disipa la esencia del hallazgo.
Las investigaciones periodísticas han revelado que en el lugar se aseguró un arsenal que incluye un arma de fuego real, 19 réplicas de fusiles y equipo táctico especializado. La defensa de los involucrados alega que se trataba de un curso de protección para templos. Pero, ¿es plausible que la seguridad de un recinto religioso requiera un adiestramiento paramilitar?
Sheinbaum, con un escepticismo saludable, ha insistido en que el núcleo del asunto permanece: la existencia de un presunto campo de instrucción ligado a esta organización. “Lo que sí es cierto es que estaban en un lugar presuntamente de entrenamiento”, declaró, separando así las posibles fallas procesales del hecho sustancial bajo escrutinio.
Este diario ha confirmado que es la primera ocasión en que las autoridades detectan una instalación de esta naturaleza vinculada al culto fundado por Naasón Joaquín García. La pregunta que ahora flota en los pasillos de la Fiscalía General de la República es obligada: ¿se trata de un caso aislado o es la punta de un iceberg?
La narrativa oficial y la defensa chocan frontalmente. Mientras las autoridades persisten en calificar el sitio como un “campo de entrenamiento”, los representantes legales de los liberados hablan de un “curso de defensa”. La verdad parece haberse liberado junto con los detenidos, dejando tras de sí un rastro de interrogantes sobre los límites entre la fe, la seguridad y la legalidad.
Las pesquisas continúan. La revelación final aún está por escribirse, pero lo que hoy se perfila es un escenario complejo donde las garantías individuales y la necesidad de seguridad nacional se entrelazan en una trama que promete nuevas y sorprendentes revelaciones.