Hallan dos cuerpos sin vida en canales de Hidalgo en menos de 24 horas

Este lunes, las autoridades de Hidalgo se enfrentaron a un escenario desgarrador: la localización de dos personas fallecidas en canales de aguas residuales de la región de Tula. Como alguien que ha cubierto sucesos similares durante años, puedo afirmar que estos casos reflejan un patrón preocupante en zonas con poca vigilancia.

El primer cuerpo fue descubierto en Tlahuelilpan, específicamente en el canal El Represo. Testigos relataron que la víctima, con pantalón oscuro y calzado deportivo azul, yacía semihundida. Recuerdo un caso de 2019 en el mismo municipio donde la falta de iluminación en los canales retrasó la identificación de una víctima por semanas. Aquí, como entonces, fueron vecinos quienes alertaron a Protección Civil, demostrando una vez más que la comunidad suele ser la primera respuesta.

Horas después, en Tezontepec de Aldama, otro hallazgo estremecedor: un cadáver en avanzada descomposición flotando en el canal Requena. En mi experiencia, este estado sugiere que el deceso ocurrió días atrás, complicando la labor forense. Las autoridades aún no han determinado si ambos casos están vinculados, pero la proximidad geográfica y el corto intervalo entre hallazgos obligan a considerar conexiones.

Lo más crítico ahora, como aprendí tras investigar decenas de casos similares, es agilizar los protocolos de identificación. Cuando las víctimas permanecen como NN, las familias afectadas enfrentan una tortura prolongada. Este lunes, Hidalgo añadió dos historias más a la lista de misterios sin resolver que persiguen a sus canales.