En un movimiento que redefine el tablero de la justicia federal, Héctor Elizalde Mora fue designado como el nuevo titular de la Agencia de Investigación Criminal (AIC), dependiente de la Fiscalía General de la República (FGR). Este nombramiento, el primero ejecutado por la encargada del despacho, Ernestina Godoy, tras la abrupta salida del exfiscal Alejandro Gertz Manero, plantea una pregunta crucial: ¿qué estrategia se está tejiendo al interior de la institución encargada de las pesquisas más sensibles del país?
La trayectoria oculta: de Gobernación a la primera línea
La hoja de vida de Elizalde Mora revela un perfil forjado en los pasillos del poder y la inteligencia. Licenciado en Derecho, su carrera se inició en las profundidades de la Secretaría de Gobernación. Entre 2010 y 2015, se desempeñó como director general de Apoyo Táctico, una posición que lo situó en el epicentro de operativos federales de alto impacto. Pero, ¿qué operaciones específicas dirigió? Los registros públicos son discretos.
Su influencia creció durante el gobierno de Enrique Peña Nieto, cuando ascendió a director general de Inteligencia Operativa. Desde esa atalaya, no solo analizó la amenaza del crimen organizado, sino que coordinó intervenciones estratégicas. El salto a la FGR lo llevó a la Dirección General de Mandamientos Ministeriales y Judiciales, un cargo técnico pero vital, encargado de ejecutar las órdenes que materializan las sentencias. ¿Fue este puesto la antesala perfecta para comprender las debilidades del sistema de justicia?
El vínculo capitalino: inteligencia, un atentado y un círculo de confianza
La llegada de Claudia Sheinbaum al gobierno de la Ciudad de México marcó un giro. Elizalde se integró al equipo de seguridad de Omar García Harfuch, ocupando la Subsecretaría de Inteligencia e Investigación Policial en la SSC. Su labor: reforzar la coordinación operativa en la capital. Sin embargo, un evento crítico puso a prueba su temple: el atentado contra García Harfuch en junio de 2020.
Tras el ataque, Elizalde Mora asumió interinamente el mando de toda la Secretaría. Una pregunta persiste: ¿qué descubrieron las pesquisas que él supervisó sobre el origen y los autores intelectuales del ataque? Poco después, en un movimiento que muchos analistas interpretan como un reconocimiento a sus habilidades en la sombra, regresó a su cargo en Inteligencia, cediendo la titularidad a Israel Benítez López por instrucciones del propio García Harfuch.
Las implicaciones: una FGR bajo nueva influencia
Su designación al frente de la AIC no es un simple cambio de personal. Es la consolidación de un canal de influencia directo del equipo de seguridad capitalino dentro del corazón de la FGR. Considerado parte del círculo cercano de García Harfuch, la llegada de Elizalde Mora a la agencia de investigación más importante del país sugiere una fusión de metodologías y una posible reorientación de las prioridades nacionales en materia de procuración de justicia. En un momento de transición institucional y crecientes retos en la investigación del delito, este nombramiento revela una jugada estratégica cuyo verdadero alcance solo el tiempo podrá develar.














