Un frente diverso de colectivos ciudadanos y defensores de la naturaleza ha alzado la voz contra la edificación de una estructura de contención dentro del plan de expansión del puerto de Veracruz. Esta movilización cuestiona el paradigma de desarrollo que sacrifica capital natural irrecuperable.
Los manifestantes acusan al Gobierno de México de orquestar una simulación discursiva de progreso para encubrir lo que califican como un ecocidio institucionalizado. Las obras, aseguran, aniquilarán de forma permanente el ecosistema arrecifal de La Gallega, una joya del Parque Nacional Sistema Arrecifal Veracruzano.
La Raíz del Conflicto
Ciudadanos de la zona conurbada de Veracruz, Boca del Río y Medellín de Bravo, junto con organizaciones no gubernamentales, enfatizaron que La Gallega es un ecosistema ancestral, singular e insustituible. Este organismo vivo, pese a su valor ecológico incalculable y su crítica función para la actividad pesquera, ha sido gravemente dañado por las intervenciones históricas en el puerto.
Explicaron que este bioma ha sufrido una disminución del cincuenta por ciento de su extensión primigenia, contrayéndose de 196 a 98 hectáreas. Alertaron que la construcción del espigón sur, dentro de la ampliación portuaria, proyecta la desaparición de las 90 hectáreas remanentes, lo que conllevaría la aniquilación completa de La Gallega.
La Réplica Institucional
“Esta iniciativa conlleva el despojo de nuestros territorios, el menoscabo de nuestros ecosistemas litorales, la extinción de hábitats y especies de relevancia ecológica, con consecuencias graves para las comunidades de pescadores, los proveedores de servicios ecoturísticos y, en general, para todos los residentes de las costas de Veracruz”, denunciaron los activistas.
Manifestaron su consternación porque, a pesar de las movilizaciones de la sociedad civil y del fallo de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) que exige valorar el emprendimiento de manera holística para evidenciar sus efectos acumulativos, ya se han iniciado los trabajos de este macroproyecto.
“La demolición del arrecife La Gallega para erigir un espigón representa un perjuicio ecológico irremediable e irreversible en escala humana, que vulnera nuestro derecho fundamental a un entorno natural saludable y el derecho de la naturaleza a existir y florecer”, sentenciaron.
Las Demandas de la Sociedad Civil
En consecuencia, exigieron transparencia informativa, datos veraces y accesibles para la población sobre las consecuencias de las obras; la interrupción inmediata y permanente de cualquier autorización de evaluación de impacto ambiental segmentada; una Evaluación de Impacto Ambiental global, transparente, independiente y con base científica; y la preservación incondicional del Parque Nacional Sistema Arrecifal Veracruzano.



















