La Sección 22 del SNTE decide terminar el paro tras una reñida votación

Foto: El Universal.

Tras semanas de tensión, la Sección 22 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) ha tomado una decisión crucial: poner fin al paro laboral que mantuvo en vilo al sistema educativo de Oaxaca. Con una diferencia de apenas 257 votos —5,555 a favor del cese contra 5,298 que abogaban por continuar—, la asamblea estatal selló el destino de un movimiento que, desde el 15 de mayo, paralizó aulas y calles.

¿Qué llevó a este desenlace? Fuentes internas revelan que la fractura fue evidente desde el inicio. Mientras la región de Valles Centrales apoyó mayoritariamente la continuidad de la protesta (2,071 votos a favor frente a 1,614 en contra), el Istmo y Tuxtepec mostraron un rechazo contundente, con cifras que superaron el doble de votos por el regreso a clases. ¿Refleja esto un desgaste en la base sindical o estrategias divergentes entre las regiones?

El objetivo inicial —la derogación del sistema de pensiones heredado de gobiernos anteriores— quedó lejos de alcanzarse. Pese a bloqueos en vialidades clave y el aeropuerto internacional Benito Juárez, las mesas de diálogo con la Secretaría de Gobernación (SEGOB), la Secretaría de Educación Pública (SEP) y Hacienda (SHCP) no lograron avances concretos. “Fue una pulseada desigual”, admitió un delegado anónimo. “El gobierno jugó a desgastarnos”.

Ahora, la pelota está en la cancha de la Asamblea Nacional Representativa (ANR), donde se evaluarán los pasos a seguir. ¿Significa esto el fin de la movilización o solo un repliegue táctico? Documentos filtrados a este medio sugieren que facciones radicales dentro de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) ya planean nuevas acciones. Mientras, las aulas oaxaqueñas respiran… por ahora.

Lo que queda claro es que, tras 17 días de protestas, la grieta en el magisterio es más profunda que nunca. Y la pregunta sigue en el aire: ¿Quién ganó realmente esta batalla?