La Unidad de Inteligencia Financiera de México ha ejecutado un congelamiento de las cuentas bancarias del propietario de la franquicia Miss Universo, el empresario Raúl Rocha Cantú. Esta acción contundente se deriva de una investigación por crimen organizado vinculada al narcotráfico, el tráfico de armas y el robo de hidrocarburos.
Glamour y sombras: la investigación que desencadenó la medida
Esta decisión de la UIF impacta el núcleo de un imperio del entretenimiento, sacudiendo la fachada de un certamen global. La investigación de la Fiscalía General de la República se centra en presuntas operaciones de lavado de capitales y una red delictiva multifacética, donde el huachicol y las armas se mezclan con los negocios legítimos.
Un juez federal ya había emitido órdenes de aprehensión en este caso, donde Rocha Cantú figura como investigado. Según reportes, el magnate habría buscado un acuerdo de colaboración eficaz con las autoridades, un dato que la fiscalía no ha confirmado oficialmente.
Un pasado oscuro: el vínculo con la tragedia del Casino Royale
El historial del empresario se conecta con uno de los episodios más trágicos en México: el ataque al Casino Royale de Monterrey en 2011. Rocha Cantú era socio de las empresas operadoras del establecimiento, donde 52 personas perdieron la vida. El autor intelectual de aquel atentado ya fue sentenciado a más de un siglo de prisión.
La contraparte tailandesa: orden de arresto y acusaciones de fraude
La crisis institucional de Miss Universo es bilateral. En Tailandia, un tribunal de Bangkok emitió una orden de arresto contra la copropietaria, Jakkaphong “Anne” Jakrajutatip, por no presentarse a una audiencia judicial. La ejecutiva y su conglomerado, JKN Global Group, enfrentan una demanda por un presunto fraude en la venta de bonos corporativos que habría causado pérdidas millonarias a un inversionista.
El certamen bajo fuego cruzado: manipulación y polémica digital
La edición 2025 del concurso, donde la mexicana Fátima Bosch se coronó, estuvo plagada de controversias. Acusaciones de manipulación del jurado, la renuncia de jueces y una investigación en Tailandia por presunta promoción ilegal de casinos virtuales durante la transmisión, completan un panorama de desprestigio. Este escándalo evidencia cómo la arquitectura de los espectáculos globales puede colisionar con la ética y la legalidad en la era digital.
La adquisición de Miss Universo por JKN en 2022 y la posterior venta del 50% a la firma de Rocha Cantú en 2023, dibujan un mapa de alianzas empresariales ahora bajo el escrutinio de las agencias antilavado y la justicia penal internacional. Un caso donde el branding de lujo y la sombra de las finanzas opacas convergen en un mismo escenario.
